viernes, 5 de septiembre de 2008

Unos matan el tiempo pero este los entierra a todos

He oido decir una cantidad infinita de veces que el tiempo corre porque alguien sin algo que hacer quiere matarlo, otros mas dicen que el tiempo es relativo: Albert Einstein fue el primero en afirmar esa teoria, pero hay algo que sin duda a pesar del buen humor con el que habia empezado a tomar la situacion sucedera un dia: Unos matan el tiempo pero al final este nos acaba sepultando a todos ¿acaso ignoraran mis amados lectores si hay tiempo mas que vida?
Aunque mis dotes como escritor sean de dudosa calidad -Lo admito- tal cosa no evita que el tiempo continue su marcha implacable sobre nosotros, nos jactamos de matarlo pero al final nosotros acabamos muertos ironicamente por el paso del tiempo, la edad hace estragos, el cuerpo se cansa y un buen dia termina en la sepultura gracias a que fue atropellado por los años que paso en este miserable planeta. Pablo Neruda solia decir "Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan" y que razon tiene a pesar de que no gusto de sus escritos. En mis 3 años como cristiano y los casi 30 que llevo habitando este mundo acepto he defendido toda clase de mentiras, me he autoengañado y tambien sufri por cosas que no valen la pena... ya les contare una de esas en un escrito que pienso tratar sobre el noviazgo y no me siento culpable por nada de lo que hice pero no dejo que mis errores regresen, nadie escarnienta en cabeza ajena solian decir los abuelos.
Algo a destacar en el inexorable correr del tiempo a parte de que no hay marcha atras son las enseñanzas de las Escrituras porque no sabemos lo que será el dia de mañana ya que la vida es como una niebla que se aparece brevemente y luego se disipa segun Santiago 4:14, y Efesio 5:16 declara que los dias presentes son malos lo cual me hace concluir no podemos darnos el lujo de matar el tiempo sino en vez de eso prediquemos la palabra a tiempo y fuera de tiempo (2 Timoteo 4:2). Entonces ¿podemos matar el tiempo? Respuesta: No!

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