martes, 4 de noviembre de 2008

En la penumbra

El dia de hoy he buscado la quietud del reposo y dejar mis actividades un momento permitiendo volar un poco las ideas libremente, quisiera verlas arder en mi cabeza pero al parecer la creatividad huyo por la puerta de atras. No creo tener un bloqueo como escritor, porque nunca me falta material para poner en este lugar, inclusive puedo divagar hasta el infinito llegando al punto en que se preguntan todos ¿de que diablos habla este tipo? La creatividad hoy se me quedo en la penumbra pero eso no me es impedimento para seguir escribiendo, el rescoldo de todas las ideas previamente quemadas aun tiene flama suficiente para seguir adelante.
Hay cosas mas importantes que da igual si se quedan en la penumbra, mis aposentos justo ahora estan sin la iluminacion dandole un aspecto terrorifico a todo lo que tocan las tinieblas, esto esta como boca de lobo. Recuerdo que hoy lei en alguna parte que debemos huir de esto, pero estoy a gusto, hay un extraño ambiente apacible en derredor mio, solo escucho los golpes de las teclas de mi computadora personal y los acordes de un piano melancolico en una grabacion, ya he metaleado todo el dia con 12 stones, Pillar, Underoath, The Almost, Guardian, Petra y otros muchos que su talento me hizo darle un impulso a un dia de arduas labores cual estimulantes para seguir la batalla en una guerra donde ironicamente lucho a muerte para vivir otro dia como si eso me comprase la vida. Esta existencia vacia de muchos pero con un extraño sentido para mi me hace pensar en que dentro de nuestro ser hay una pequeña luz que con el conocimiento del Señor y su intima comunion disipa las tinieblas del pecado con un intenso brillo divino, pero en el mundo fisico, en este lugar que ocupa la materia de mi forma corporal en el tiempo todo esta en penumbras solo iluminado por el destello del monitor de mi pc, encuentro muy estimulante escribir asi, tanto que inclusive pareciera haberle quitado un velo a a los ojos de mi entendimiento, pudiera continuar con el rescate de mis manuscritos de aquella historia de ciencia ficcion que hice en el bachillerato. Igual que el comandante Elias Mebrak me gustaria poder doblar el espacio-tiempo de forma que pueda terminar de escribir esto varios miles de millones de veces en una milesima de segundo, Alexandra su esposa estaria metida en mi cabeza obligandome a escribir tal vez me diria: "Tu sabes bien que debes hacer, escribe que la vida es una porqueria o es lo mas bello y preciado que pueda exisitir pero eso depende solo de una persona: Tu mismo, porque tu eres quien decide que destino tener en esta tierra y en la eternidad, Dios no quiere que te pierdas pero aun asi el no forzara tus decisiones con todo que tenga el poder, derecho y autoridad para hacerlo" y yo sin pensar ni oponerle resistencia comienzo a escribir lo que me dice, el Dr. Hiram Johnston y el Dr. Robert Milikan estarian jugando "vencidas" o "lucha de brazos" en la mesa del comedor o tal vez hablarian de sus respectivas profesiones: El uno medico cirujano y el otro Doctor en ciencias, el Comandante Tetsuya Nagato tal vez tendria los ojos tapados con un libro, recargado perezosamente en uno de los mullidos asientos de mi sala, el Amo Crusher se tendria que quedar afuera porque es demasiado grande para caber en mi casa mientras el emperador Yagho se le monta en la espalda. ¡Lo que es dejar volar la imaginacion frente a un monitor! esos fulanos eran personajes de aquel escrito y eso que hoy no estaba inspirado para escribir nada en el blog, me siento como el loco de aquella narracion de Khalil Gilbran. En fin, los murcielagos andan volando por las noches ¡dejenlos ser! tambien son parte de la creacion de Dios, las gargolas enmohecidas en las ruinas de una vieja catedral que tan solo son el producto de una mente brillantemente desquiciada con una creatividad tetricamente fuera de control que solo brillan con la luz de la luna llena la cual acentua su horripilante aspecto y mientras las desvencijadas campanas de un lejano pueblo en medio de la nada en un tupido bosque en medio de la noche marcan las diez de la noche, decido que ha llegado el momento de moverme a otro lugar en el espacio y el tiempo, es hora de dar por terminado todo esto, es momento de que el sueño me de su soporifero abrazo, quedar sumido en el la penumbra de un profundo sueño, morir un poco por unas cuantas horas para si Dios quiere volver a despertar y ver que la vida puede ser tan desesperanzadora o prometedora como tu quieras verla.

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