martes, 10 de febrero de 2009

Otra del tipo de la guadaña

¿Que pasaria si el tipo de la guadaña hubiera escrito un diario con todo lo que hizo, por lo menos lo mas relevante y lo dejara como herencia para quien lo encuentre despues del dia del juicio? La respuesta la pueden leer en este breve relato.


Los trabajos de la muerte
Luis Javier Osorio

Hace algún tiempo, la última persona con quien platiqué me recomendó escribir las memorias de mi trabajo antes de jubilarme, algo así como una especie de diario, sin embargo, nunca tuve tiempo ni ganas de tomar lápiz y papel para ponerme a recapitular cada cosa que valga la pena sea recordada por siempre. Desde que tengo memoria he odiado este trabajo, casi tanto como detesté a la humanidad, a ellos los vi. siempre como la materia prima del abono para las plantas, la gran mayoría olvidó que la vida es un estado transitorio, temporal y muy frágil, mas aun así, decidí dejar constancia de que alguna vez yo existí, las cosas que hice ¡al menos las mas notables! Y sobre todo, dejaré las anécdotas mas destacables de los años que desempeñé mi labor.
Siempre he dicho que si realmente hay alguien que jamás perdona, ese alguien es el tiempo, su paso es inexorable, nada escapa de su andar, es más, ni yo logre siquiera salir de su camino, pero estos escritos que dejo, le dirán a quien los halle todo de mi persona, puse todas las cosas al revés, mi ultimo escrito es el primero, igual como lo dijo Jesús cuando fue a la tierra “Los postreros serán primeros”, por cierto, lo que me sucede hoy es gracias a EL, si, gracias a JESUS ahora yo estoy pasando por este trance, no se porque hubo gente que lo amó, si por su culpa hoy seré destruido, me arrojarán a las llamas del infierno por toda la eternidad y es culpa de JESUS.
Quizá este sea el mejor momento para que cuente como llegue a esta situación, bueno, realmente lo es, tomando en cuenta que ya mi juicio esta próximo y no habrá otra oportunidad. Debo decir que desde hace muchos años me dedique a trabajar utilizando mi guadaña, casi soy tan viejo como el género humano, todo inició en el huerto del Edén, cuando Adán y Eva eran los únicos habitantes de la tierra, ellos alguna vez existieron, al igual que yo, nunca fueron un mito, en fin, un día, Eva le dio a Adán una fruta que se supone no debían comer, ese fruto tenía poderes extraordinarios, les dio el poder para discernir el bien del mal, a cambio de un muy alto precio: Ellos y toda su prole serían mortales y además, pecadores.
Mi trabajo comenzó al morir Adán, ese día me dieron la guadaña con la cual desempeñe mi labor hasta hoy, desde aquel entonces hasta el momento en que con este instrumento segué de la tierra el alma del ultimo humano, fui el encargado de llevar las almas de los que morían ante la presencia de Dios, para que fueran juzgados. Aun recuerdo como me temían los hombres, al principio si disfrutaba mi trabajo, no lo voy a negar, pero llegó un momento en el que comencé a odiarlo, con respecto a los hombres, jamás les tuve aprecio alguno, para mí siempre fueron basura y los traté como tal. ¿Cómo empecé a tener desprecio por mi trabajo? Hace poco mas de dos mil años, nació en un sucio pueblo llamado Belén de Judea un niño, ese niño no era otro sino el Hijo de Dios encarnado, treinta y tres años después, lo crucificaron, pero esa muerte que culminó en resurrección fue la causa de mi ruina, gracias a eso, no me voy a poder jubilar como hubiera deseado, mas bien, lo único que me depara es la destrucción final junto con el diablo, la verdad, si me lo preguntan, nunca me agradó ninguno de los dos, en especial, siempre me asqueaba la peste sulfúrica de Satán, si por mi fuera, yo mismo le hubiera entregado su cola y cuernos a Dios, solo me queda esperar mi turno, que por lo pronto, ya esta por llegar, justo en este momento Dios ha ordenado al mar devolver los muertos que había en el, luego sigo yo.
La humanidad siempre estuvo llena de odio y envidia, eso fue siempre la motivación que tuvieron, desde la cuna hasta la tumba siempre quisieron tener algo mejor que su prójimo, por odio llegaron a hacer espantosas ¡incluso a mí me causaba nausea ir a recoger victimas de sus masacres!: Recuerdo cosas como las cruzadas, la peste negra que diezmo la población de aquel bello continente llamado Europa, también hubo locos que por un conjunto de ideas absurdas mataron a muchísimos de sus semejantes, por lo menos recuerdo a un tal Hitler, a otro conocido como Pol Pot y que creo que ese era su apodo, no se llamaba así. Uno quería hacer a su pueblo la única raza dominante del planeta y el otro creía en una ideología que jamás entendí llamada socialismo, en todo caso, asesinaban a quien discordara con la opinión oficial del mandamás en turno, algo que muchas veces hasta lástima me provoco era tener que llevar a tantos niños inocentes que solo fueron victimas de una idea falaz, siempre que había infantes en espera de ir al “otro lado”, lo que mas me taladraba la mente era esa inocente pregunta: ¿Por qué? Y eso mismo también me pregunté, en ese momento no lo pude comprender cabalmente, mas un día, lo recuerdo bien, se me ocurrió hacerle la misma pregunta ¿Por qué? a uno de esos niños, ese pequeñito fue quien me dijo “es que nos odian” desde entonces, jamás volví a ver al hombre con los mismos ojos, de las mujeres tampoco digo nada, por ser la hembra de una especie barbárica no podía esperar otra cosa mejor, después de que los machos las maltrataban, ellas decidieron después que podían hacer lo que quisieran con sus cuerpos, y por no querer cargar con la responsabilidad o simplemente porque ni siquiera sabían quien era el padre, mataban a sus propios hijos aun antes de nacer.
Cierto es, he pintado a la humanidad como una especie decadente, salvaje, homicida y muchas otras cosas más, pero no siempre fue así, hubo también grandes personalidades que hicieron mucho bien a la raza humana, incluso muchos eran recordados honorablemente por sus aportaciones al bienestar de su prójimo, hasta yo mostré respeto por ellos cuando les tocó su momento de ir al “otro lado”, a su destino eterno ¡es obvio que no todos fueron al cielo ni siquiera muchos de los grandes inventores y sabios que la humanidad engendró! Y aun hay algo más que agregar, mientras que la mayoría de los humanos pareciera que actuaban guiados únicamente por su más básico instinto animal, buscando solo aquello les produjera placer, también hubo muchos que toda su vida siguieron a JESUS, el Hijo de Dios, precisamente porque su muerte y resurrección fue lo que los redimió de sus pecados, en todo lo que ya conté hay una muy extensa definición de lo que significa pecado, toda esa gente si se preocupó, a diferencia de sus prójimos, de lo que había del “otro lado” y no solo eso, también advirtieron a quienes podían sobre todas estas cosas… mas adelante ya explico lo que solía ser “el otro lado” .
La raza humana un buen día llegó a su fin, cuando un gobernante mundial que prometía traer paz y seguridad a todos los rincones de la tierra comenzó a gobernar. Durante 3 años y medio todo parecía ir viento en popa, pero finalmente, no pudo lograr nada, Dios hizo sacar del mundo a sus partidarios, causando así también un gran descontrol, finalmente Dios mismo derrotó a ese impío gobernante impuesto por Satán y ahora, es el momento del juicio final, porque después de todo, las fuerzas del bien tenían que ganar. Ya he sido llamado a rendir cuentas y con esto concluyo, ahora paso a dictar mi última voluntad.
Dejo este documento, junto con otros cuatro como breve resumen de todas las experiencias en el desempeño de mi labor, por si existen otros iguales a mí, ellos lleguen a saber quien fui, lo que hice y cual fue mi destino, deseo que quien tenga este documento en sus manos les cuente acerca de mí a los de su especie, los humanos decían que cuando alguien moría, permanecía vivo en el recuerdo de sus amigos y familiares, aunque no seas mi amigo ni mi familia, deseo pues permanecer vivo en tu recuerdo como aquel encargado de ponerle fin a la vida miserable de una civilización extinta, se bien que no fue así, empero, ellos acababan topándose conmigo al morir. Es mi deseo pues, aquellos que lean mis escritos, sepa cuales fueron los trabajos de la muerte, quien firma este documento, y a la vez aprovecha para ceder todo el conocimiento requerido en esta labor desempeñada por mí desde los días de Adán hasta el fin de los tiempos, al ser que tenga en sus manos la presente junto con la obligación que corresponde y he dejado sentada en este mismo escrito.

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